“No fue la guerra lo que me asustó, sino esas cancelaciones”

Deborah Bloch hizo aliá el 27 de abril de 2021, pocas semanas antes de comenzar la “Operación Guardianes del Muro”. Deborah, al dejar Brasil, no se imaginaba que pasaría por una guerra al llegar a Israel. En la entrevista, vemos como ella ha superado los días difíciles y mantiene el equilibrio.

Deborah comienza respondiendo la pregunta que muchos olim tartamudean al responder: ¿Cuál es el motivo por el que hacen aliá? “Mi hija Bárbarah Reich piensa en hacer aliá hace ya dos años. Nosotras dos conversamos mucho y llegamos a la conclusión que lo mejor para nosotras, es que yo viaje primero, me estabilice, encuentre un empleo, y entonces, cuando las cosas estén más estructuradas, ella vendría. Esperamos que venga a finales de este año”.

“Cuando aún estaba en Río de Janeiro empecé a tomar clases de hebreo para acreditar que sé el idioma. La mayoría de las personas acá también saben inglés, lo que me ayudó mucho en su comienzo”.

Deborah cuenta que Ha’ Keren Leyedidut y la Agencia fueron imprescindibles para el proceso de su aliá y que estuvieron atentos a todos los detalles. “Cuando llegamos  Israel, fuimos para el hotel a cumplir el aislamiento por Coronavirus, en Jerusalén. Allí se escuchaba un murmullo sobre una posible guerra. La gente escuchaba unos ‘bum bum  bum’, pero hasta entonces yo estaba muy tranquila, no era nada que no hubiera oído en Río” – bromea.Debido a que ya conoce a algunos amigos en la región, Deborah decide ir a Ashkelon después de su estadía en el hotel. “Mis amigos habían encontrado un apartamento para mí en la ciudad, así que incluso con esta tensión que había en el Sur, hice bien en venir acá. Después de todo, ya estaba pagando un alquiler. Fue una bendición para mí llegar y ya tener donde quedarme”. – explica ella.

Cuando la situación se complicó en el sur de Israel, Deborah se vio obligada a correr varias en el día al bunker del predio. “Varias familias tuvimos que dormir en el bunker porque la sirena tocaba a cada hora. Yo conseguí mantener la calma. Estaba con mi libro de salmos y rezaba para que todo saliera bien, pero vi varias personas entrando en pánico y desesperadas. El lado bueno de todo esto, es que he conocido a varios de mis vecinos en esas idas al bunker, que llevaban mucha comida, yo no aguantaba más comer”.

Deborah cuenta que su experiencia de guerra no fue tan complicada como ella se lo imaginaba, pero sus consecuencias son desesperadas. “La ciudad paró. Todos los Ministerios estaban  cerrados. Cuando llegué a Israel, el personal de Ha’ Keren Leyedidut me hizo una lista de cosas para hacer, lugares a los que precisaba ir, y vi que todas las visitas que había agendado fueran canceladas. No fue la guerra lo que me asustó, sino esas cancelaciones. Son cosas que preciso resolver, burocracias y trámites financieros todo olé chadash”. Emocionada, Deborah nos cuenta que finalmente consiguió rearmar las citas para el 1° de junio y esta vez, espera resolver todo. 

Sobre el período de guerra, Deborah dice que sus amigos fueron esenciales para mantener la calma y equilibrio. “Ellos me llamaban, preguntaban como estaba, como me encontraba emocionalmente”. Confiesa que mantiene la calma con sus rezos y tiene fe de que vendrán días mejores y calmos.

En medio de todo ese desastre, Deborah consiguió una entrevista en su área de trabajo y está entusiasmada con el rumbo de su aliá hasta ahora. Ella agradece a todo el personal de Ha’ Keren Leyedidut y a la agencia por la inmensa ayuda y a todos sus amigos que la están ayudando en este proceso.

Para aquellos que se encuentran en Brasil y están pensando en hacer aliá, Deborah deja un mensaje claro – “No basta con querer, sino también incorporar”. Ella dice que cuando alguien cambia de país, la persona se tiene que acostumbrar a la nueva cultura, a la nueva mentalidad, el modo de vivir de las personas. Ella aconseja que olé chadash sea consciente  de la rutina del país, lo que incluye posibles guerras, y entonces que cada uno imagine o que sintiera si estuviesen aquí en estos momentos delicados y si están dispuestos a enfrentar esos desafíos. Con una mirada calma y positiva, Deborah muestra que es posible tener un aliá exitoso mismo cuando se migra en medio de la pandemia para un país en guerra.